La cueva de Tito Bustillo

La cueva de Tito Bustillo se encuentra en la localidad asturiana de Ribadesella y es una de los ejemplos más importantes que tenemos de arte rupestre en la península ibérica. No es tan conocida como la cueva de Altamira, la más importante sin duda, pero en cambio se nos permite visitarla, lo que constituye una experiencia única. La cueva está al lado del pueblo, al otro lado del río Sella, a 10 minutos si vais caminando, o a prácticamente nada si vais en coche desde el pueblo.
Simplemente pararse a pensar que lo que estamos contemplando ha sido pintado entre 20.000 a 12.000 años atrás hace que a uno le recorra un escalofrío de emoción cuando contempla los caballos y los ciervos grabados y pintados por nuestros antepasados.
La cueva está abierta desde el 12 de abril al 2 de noviembre y si queréis visitarla lo mejor es reservar las entradas con bastante antelación a través de la web del Centro de Arte Rupestre de Tito Bustillo (http://central.recreaasturias.es/index.php?apartado=Tito&idioma=es) .

CENTRO

Una vez que hayáis reservado las entradas, las tenéis que retirar en las taquillas del Centro de Arte Rupestre de Tito Bustillo, situado a 200 metros después de la entrada a la cueva. Hay que presentarse como mínimo con 30 minutos de antelación respecto al horario del pase reservado. En caso de no retirarlas a tiempo, se pondrán a la venta. El centro de arte rupestre abre a las 10:00 y la primera visita es a las 10:15. El precio de la entrada a la cueva y al centro de arte rupestre es de 7,50 euros. En el centro de arte rupestre podremos ver varias exposiciones sobre el descubrimiento de la cueva, sobre la geología de la cueva y del terreno de la zona así como una recreación de las pinturas y grabados que se encuentran en lugares de la cueva que no se pueden visitar por su difícil acceso, como es el caso del camarín de las vulvas o la sala de los antropomorfos.
Es conveniente que para visitar la cueva llevéis algo de ropa de abrigo porque la temperatura ronda los 14º y calzado adecuado porque es un terreno húmedo y resbaladizo, aunque no presenta ninguna dificultad especial (aunque no está permitido el acceso a la Cueva a los menores de 7 años).

La visita dura aproximadamente 1 hora, en grupos de unas 20 personas, y se va acompañado de un guía que hace una estupenda explicación de la cueva y de las pinturas, a las que va señalando con diferentes luces para que todo el mundo pueda contemplarla. Dentro de la cueva no está permitido hacer fotografías ni videos y por supuesto no se puede tocar nada para garantizar la conservación de las pinturas.

El acceso a la cueva no se realiza por la entrada original que se encuentra en el otro lado del monte yque ha quedado sepultada por un derrumbe, sino por un tunel artificial excavado para facilitar el acceso por el lado del monte que da a Ribadesella. Tras pasar ese tunel artificial y varias puertas de madera que garantizan que se mantenga la temperatura adecuada accedemos a la cueva original, hay que recorrer unos 800 metros de cueva llenos de espectaculares estalagtitas y estalagmitas hasta llegar al panel central, donde se encuentran algunas de las principales pinturas. Por el camino surgen otras aberturas por las que se accedería a otros espacios con pinturas, pero que son de acceso complicado por lo que existen replicas de ellas en el centro de arte rupestre. Cuando uno llega al panel central a simple vista ya puede ver la espectacular cabeza de caballo por la que es conocida la cueva.

CABALLO

Parece mentira que se haya pintado hace 12.000 años porque se conserva estupendamente, la sorpresa viene después, cuando el guía va iluminando las diferentes figuras de caballos, renos y ciervos y las vamos descubriendo poco a poco. Pero si eso no fuera suficiente nos quedamos todos con la boca abierta cuando el guía pasó de iluminarlas con una luz amarilla, que nos permitía ver sus siluetas, a hacerlo con una luz blanca, que nos reveló un caballo impresionante pintado con un color violeta y muchas otras figuras.

CABALLO VIOLETA

RUPESTRE

Tras acabar la visita a la cueva, esperamos 15 minutos para visitar la cuevona de Ardines, que se encuentra subiendo 150 escalones junto a la entrada de Tito Bustillo. Esta cueva era usada como cueva de caza para despiezar las piezas por nuestros antepasados aunque no tiene ninguna pintura. Sin embargo merece la pena visitarla porque tras recorrer un corto túnel se accede a una sala gigantesca llena de estalagtitas, donde incluso se realizan conciertos en verano. Sin duda es uno de los lugares naturales más impresionantes que hemos visto.

LA CUEVONA 01

CUEVONA

Si realizáis la visita a las dos cuevas y visitáis el centro de arte rupestre, casi se os va a ir la mañana. Por suerte Ribadesella está apenás a 200 metros, cruzando el puente sobre el río Sella, donde uno puede reponer fuerzas en alguna de las muchas sidrerías que hay en el pueblo. Para el resto del día un buen plan puede ser visitar Covadonga y sus lagos, que están apenas a 40 minutos de Ribadesella.

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