Habíamos regresado a Tokio el día anterior por la noche después de 5 fantásticos días en Corea del Sur. Nuestro hotel en esta ocasión estaba cerca del palacio imperial, en una zona donde abundan las embajadas y que no tiene mucha animación durante el día.
Nuevo día por Kyoto: Cogimos nuevamente el bus delante de la estación tras haber sacado nuestro pase diario y nos bajamos en la parada próxima al Ginkakuji o pabellón de plata, que es un templo budista zen situado en la ladera este de Kioto, en la zona de Higashiyama. Para llegar a él subimos una cuestecilla, sacamos nuestras entradas y accedimos al recinto.
Para nuestras visitas de hoy íbamos a movernos en bus, así que nos dirigimos a la estación de tren ya que delante de ella está la parada de la mayoría de autobuses y nos sacamos en una máquina unos pases diarios que permiten coger el bus todas las veces que quieras y que con prácticamente dos viajes ya has amortizado.
Nuestra primera visita de hoy sería el templo Kiyumizudera, que habíamos visto por fuera el día anterior. Nos llevo unos 30 minutos y como el calor ya apretaba de lo lindo a pesar de que era temprano y encima había que subir una buena cuesta, cuando llegamos hasta el templo ya estábamos un poco asfixiadillos.
Hoy cambiábamos nuestra base de operaciones. Nos íbamos a Kyoto, donde íbamos a pasar los 3 próximos días. Kyoto se encuentra muy cerca de Osaka y la frecuencia de trenes es prácticamente continua, con lo que ni consultamos horarios y, sin madrugar mucho, nos fuimos para la estación.
Después de desayunar, nuestra primera visita fue al santuario de Itsukushima (así es como se llama realmente la isla), antes de que desembarcaran las primeras oleadas de turistas, aprovechando que ahora teníamos marea alta.
Este era uno de los días que teníamos marcado como importante en nuestro viaje a Japón: visitar el parque de la paz en Hiroshima y la isla de Miyajima con su famosa torii en el agua. Lo primero que hicimos fue dejar la maleta grande en nuestro hotel en Osaka, al que volveríamos la noche siguiente, y nos fuimos con una maleta pequeña para la noche que íbamos a pasar en Miyajima.