¿EL MUNDO ES PELIGROSO?¿ES CÓMO TE LO CUENTAN?

¿Has tenido uno de esos momentos de tu vida en que tienes un instante de lucidez y de repente te cuestionas verdades que hasta ese momento creías que eran absolutas? Cuando uno en su vida comienza a viajar se da cuenta que el mundo que va descubriendo no siempre es como se lo imaginaba o, lo que es más grave, como se lo habían contado.

Lo primero que se suele venir abajo son los tópicos sobre lugares de España, te das cuenta que la gente es sospechosamente parecida, hay buena gente, hay mala gente y costumbres que te parecían extrañas y pareces comprenderlas un poco más. Sí, tenemos diferencias, pero también tenemos muchas más cosas comunes entre nosotros, a pesar de que hay ciertos sectores que se empeñan en resaltar lass diferencias entre nosotros.

Y llega el día en que sales al extranjero, con prevención, con reparo, ¿cómo será? ¿será peligroso?. Pues no, te das cuenta que sucede lo mismo que en tu país, la gente es normal, tiene su día a día y si pueden ayudarte lo harán. Pero claro, esto es Europa, ya sabemos, somos el primer mundo, somos civilizados (obviemos las guerras mundiales, el colonialismo, a los hooligans, extrema derecha e izquierda, fanatismos deportivos y nacionalismos) y miramos por encima del hombro a América, Asia y ya no digamos a África.

Los medios de comunicación nos bombardean en la televisión, en la prensa, con noticias de terrorismo, extremismo religioso, catástrofes, accidentes, robos y asesinatos, que suceden siempre en países lejanos que no son el nuestro, nunca con noticias positivas sobre esos países (eso no es noticia). Resultado: la idea de que viajar es peligroso va calando en nuestras cabezas, que determinados países mejor no pisarlos porque el otro día salió una noticia de que había sucedido algo en un lugar, un robo, un atentado, un asesinato… Países como Irán (asociado al extremismo religioso), Egipto (terrorismo), India (pobreza), México (inseguridad y violencia) u otros aparecen en el imaginario colectivo como lugares peligrosos y a los que nadie normal querría viajar ahora mismo, pudiendo ir a la playa o a cualquier capital europea, donde como sabemos no hay riesgo de terrorismo, ni pobreza, ni suciedad o inseguridad.

Pero entonces te paras un momento y decides analizar las cosas, no aceptar lo que te dicen sin más, decides informarte, leer sobre la realidad del país, conocer las experiencias de otras personas que ya lo han visitado y te das cuenta que esa realidad puede existir pero que no es la única realidad del país, que a veces eso sucede en zonas muy localizadas de países que en ocasiones son como 4 o 5 veces España o que a veces los medios de comunicación exageran, sí, exageran lo que nos cuentan y se recrean en las imágenes tópicas que el público del país espera. Te decides a visitar alguno de esos países y después de escuchar en innumerables ocasiones que estás loco y que qué valor tienes por parte de personas que nunca han ido a ningún lado, de soportar miradas de incomprensión, te plantas allí y descubres países maravillosos, llenos de gente que se desvive por ayudarte, hospitalaria y amable, con patrimonios artísticos impresionantes, con una gran riqueza paisajística y con culturas muy diferentes a la tuya, sí, pero acogedoras y que te reciben con los brazos abiertos, dándote las gracias por visitar su país.

A nosotros nos ha pasado, esperamos que te haya pasado a ti y si no es así deja que te pase. No aceptes sin más las visiones negativas que nos llegan por los medios de comunicación, lee, conoce, investiga, toma tú la decisión de visitar o no un país, pero no dejes que la tomen por ti. En resumen, vive tu vida, elige tus viajes y no dejes que determinados intereses los elijan por ti.

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