INDIA : TAMIL NADU: ETAPA 6: MADURAI

Tras pegarnos un buen desayuno en el hotel nos fuimos andando hasta el gran templo de Madurai. Resulta que era 15 de agosto, que es el día de la independencia en la India, gracias a lo cual había bastante menos tráfico en la calle, aunque todos los puestos estaban abiertos. Un par de sastres nos colocaron una banderita india en las camisetas para celebrar el día y de paso intentar que entraramos en su tienda. Seguimos hasta el templo, que estaba a 5 minutos, le dimos la vuelta para entrar por la puerta este, la única por la que se puede entrar. Las medidas de seguridad son bastante estrictas: no se puede entrar de pantalón corto, ni con mochilas ni cámara de fotos, aunque una vez dentro puedes sacar fotos si sacas un ticket. La pregunta es ¿con qué cámara?, porque hemos tenido que dejarla fuera. Respuesta: se supone que con la del móvil, pero ¿entonces por qué no te dejan entrar con la cámara? Misterios de la India.

Después de todo esto y de esquivar a innumerables sastres que querían que visitaramos sus tiendas para hacernos camisas y de todo, entramos al templo. Se ve que iba a haber una celebración porque estaban adornándolo y colocando una especie de palanquines para colocar las figuras de los dioses, o sea, una semana santa con sus pasos a la India. Con todo esto el interior del templo es un ir y venir de gente continuo. Lo malo es que como en todos los templos hindúes no se puede acceder a la parte principal del templo, la más sagrada, con lo cual hay que contentarse con ver el resto del templo. Lo mejor del templo es la sala de las columnas, para la que hay que pagar otra entrada dentro. Es una sala bastante grande llena de columnas que forman un gran pasillo, todas diferentes entre sí y esculpidas con imágenes de diferentes dioses. Algunas de ellas tienen instrumentos musicales esculpidos como tambores y si los golpeas puedes escuchar su sonido si pegas tu oído a las figuras.

Después de ver todo lo que pudimos del templo nos fuimos a comer y luego ya al palacio que no pudimos ver el día anterior y que está a 10 minutos del templo. La visita fue rápida, porque no queda mucho para ver (el patio y el salón de baile) aunque nos quedamos un rato en el patio descansando, aprovechando que había sillas colocadas para un espectáculo de luces y sonido que se celebra todos los días por la noche. Después de un rato, y asfixiados por el calor sofocante que hacía descubrimos una especie de McDonald´s indio con un aire acondicionado que daba gusto donde nos recuperamos un poco del calorazo que hacía.

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Como aún nos quedaba tarde decidimos ir a Thiruparakundram que está a 6 km de Madurai y que también tiene un templo importante. La cosa es que una vez vistos los templos que ya llevábamos no nos impresionó tanto, aunque para entrar en éste había que quitarse la camiseta y seguir con el resto de la gente un recorrido prefijado. Sorteamos a todos los sacerdotes que intentaban ponerte puntos rojos en la frente como bendición, eso sí luego te piden pasta , y nos volvimos ya para el hotel, que estaba empezando a anochecer.

Al día siguiente cogíamos el avión para Chennai, donde íbamos a estar medio día. No es que Chennai tuviera mucho atractivo pero íbamos a hacer noche allí para luego coger otro avión hacia el norte al día siguiente.

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