Otro día de madrugón y ahí estábamos a las 8:00 de la mañana como un clavo, igual que nuestro conductor con su carro y su caballito. En unos 25 minutos llegamos a Nyaung U. Según llegábamos ya pudimos ver como abundaban allí los negocios de alquiler de bicis, hostales y pequeños hoteles.
Desde luego había una gran oferta, pero aún así preferíamos nuestro emplazamiento en Old Bagan. Mucho más tranquilo y cerca de los templos, aunque algo falta de lugares para tomar algo.
Estuvimos como tres cuartos de hora paseando por el mercado del pueblo, un montón de puestos de pescado, carne, verduras, comidas preparadas, apilados unos contra otros y donde hacía un tremendo calor, todo aderezado con gran cantidad de moscas.
De todas formas nos gustó, porque es el mercado del pueblo y no un lugar preparado para los turistas, (aunque sí hay puestos con souvenirs porque cada vez van más turistas) con lo que ves todo lo que compran los birmanos para su día a día (aunque las condiciones higiénicas no son las mejores). Un par de chicas nos ofrecieron una caja de tanaka, que era un regalo, pero nosotros no lo aceptamos porque luego lo que te dicen es que les hagas tú un regalo a ellas y les dés dinero. Compramos una caja de galletas para compartir con el chico que nos llevaba en el carro y luego empezamos el recorrido por los templos de ese día. El primero que vimos fue la Swehzigon Paya que se encuentra en Nyanung U, y que tiene una magnífica stupa dorada.
Seguimos viendo templos, algunos con unas preciosas pinturas que todavía se conservaban y otros apuntalados a los que le faltaba poco para caerse. Nuestro conductor nos preguntó si queríamos ir a ver una tienda de lacados, que es lo más típico de Bagan, y aunque ya sabemos como son esas visitas y que se llevan comisión, accedimos porque también queríamos comprar alguna cosa. En la tienda, que estaba en Old Bagan, compramos un par de cajitas lacadas y unos posavasos muy bonitos por 15 dolares, aunque hubo que regatear porque pedían casi el doble.
Cuando volvimos a la zona de Old Bagan pasamos por delante de un sitio para comer que tenía buena pinta y que además aparecía en la guía, el Sarabha II, muy agradable con sus mesitas a la sombra, y ahí comimos bastante bien y aun precio muy razonable
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Tras comer vimos uno cuantos templos más, y en varios de ellas nos encontramos con chicas que vendían cajitas lacadas iguales que las que acabábamos de comprar y por 2 o 3 dolares. Total: que habíamos hechos el primos porque las cajas eran iguales a las de la tienda. Compramos un par de cajas más y unas pulseras lacadas para regalar y acordamos con nuestro conductor ir para el hotel, así descánsabamos las horas de más calor y su caballo también, que el pobre lo necesitaba tanto como nosotros. Aunque al final cambiamos de idea, y como estábamos un poco saturados de templos y stupas le dijimos que ya nos quedábamos en el hotel, así aprovechamos y disfrutamos de la piscina y nos tomamos algo tranquilamente mientras planificábamos los siguientes días. En recepción nos confirmaron que nuestro bus salía al día siguiente a las 8:00 a.m. y que teníamos que estar a las 7:15 en recepción para que nos llevaran a la estación, ¡otro madrugón que nos esperaba!, lo malo fue que nos lo creímos y no nos esperábamos la jugada del día siguiente. Al atardecer estuvimos dando una vuelta por los bonitos jardines del hotel y disfrutando de una preciosa puesta de sol sobre el río.
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